- La astucia de la serpiente se refiere a su artimaña y sabiduría ilusoria y falsa. Satanás es el seductor, el que tiene la capacidad de engañar al mundo entero. El ser humano fue engañado y “mordido por la serpiente”. El veneno, como naturaleza rebelde y pecaminosa, entró en el hombre, quien por eso se volvió carnal (Apocalipsis 12:9. Génesis 6:3).
- Debido al veneno que entró en el hombre, como la naturaleza del pecado, todos quedaron llenos de injusticia, avaricia y envidia. Al hombre carnal le gusta la contienda, el engaño, la malignidad y la calumnia. Que el Señor nos guarde a todos. La palabra profética es espiritual. No luchamos contra carne y sangre. Cuando somos totalmente sumisos a Cristo, Él puede actuar con completa libertad haciendo la voluntad de Dios (Romanos 1:29-31; 2 Corintios 10:3-6).
- Esta es la demostración del amor de Dios: Él dio a Su Hijo por nosotros. Dios es el Creador y el proveedor de todo: agua, aire, oxígeno, temperatura, clima, comida. Si Dios tomase para sí el aliento de vida que ha puesto dentro del hombre, todos moriríamos inmediatamente. Todo viene de Dios (Juan 3:16).
- “… el Señor quiere traernos de vuelta a la iglesia en Filadelfia, donde hay amor fraternal. Debido a que somos hermanos, no hay jerarquía entre nosotros, pero hay respeto y honra para aquellos a quienes el Señor ha puesto delante de nosotros. Nadie tiene una posición superior a la de otro” (Alimento Diario, Libro 6, Semana 3, viernes, pág. 50).