- Aunque haya tormentas y tempestades, con Jesús en la barca llegaremos al destino final. A medida que la obra de Dios avanza, las fuerzas espirituales del mal refuerzan su oposición. La Iglesia es un instrumento para que Dios realice Su obra, pero para cumplir Su misión, bajo los ataques del diablo, necesita de la presencia de Jesús para llegar al destino (Juan 6:16-21).
- Todo el ejército de las tinieblas lucha contra el avance de la Iglesia. Por eso los ataques del enemigo sucederán. Satanás no quiere que la Iglesia avance, pero tenemos a Jesús en la barca. No nos quedemos atemorizados, el enemigo nos quiere asustar, pero Jesús no es afectado por las circunstancias. En medio de las tempestades, Él estaba tranquilo durmiendo. Cuando Él se despertó dijo: ¡yo estoy aquí con ustedes! (Mateo 8:23-27).
- Muchos buscan al Señor por el hecho que Él da alegría y satisfacción. No busque al Señor solo por eso, por el pan físico que Él nos da. La multitud buscaba a Jesús por el pan, por las cosas materiales. Pero nosotros no buscamos al Señor con ese mismo objetivo. Nuestro corazón es hacer la voluntad de Dios, por amarlo, estando dispuestos a pasar por dificultades. Quien ama al Señor, ama Su voluntad. (Juan 6:22-40; Mateo 6:33).
- “La manera de hacer la voluntad del Señor es ser sencillos y creer en la palabra profética, permitiendo que ella haga la obra”. (Alimento Diario, Libro 1, Semana 2, viernes,