- El Señor ha enviado a nuestro espíritu un abogado que nos defiende, que trabaja a nuestro favor. Es el Consolador, el Espíritu de Verdad, que trabaja la realidad de Cristo en nosotros (Juan 14:16-18).
- ¡El Espíritu de la realidad es Jesús mismo! Podemos unirnos a Cristo hoy, porque el Señor es el Espíritu, Jesús está aquí con nosotros (Juan 14:16-18; 1 Corintios 6:17; 2 Corintios 3:17).
- Jesús es el Espíritu que da vida. Cada vez que lo contactamos, recibimos vida. Hoy, Él nos da vida a través de Su palabra (1 Corintios 15:45; Juan 6:63).
- Todo lo que Dios hace tiene como propósito realizar Su voluntad y edificar la Iglesia. Por eso debemos estar enfocados en la edificación de la casa de Dios (Alimento Diario, Libro 4, semana 1, viernes, pág. 18).