- Dios quiere un pueblo exclusivo, que esté cerca de Él. Dios no quiere crear un sistema religioso ni tener un pueblo religioso, sino un pueblo íntimo de Él, que lo entienda y comprenda su corazón. Él obtiene ese pueblo a través de Su palabra (Éxodo 19:4-5).
- En la iglesia ya no hay una clase de sacerdotes y laicos, un sistema de pastores y miembros laicos. Todos deben ser sacerdotes. Todos deben ser restaurados para funcionar como miembros del Cuerpo de Cristo (Romanos 12:4-5; 1 Pedro 2:9).
- Somos miembros del Cuerpo de Cristo, entre los cuales hay orden, sí, pero no jerarquía establecida. El orden se establece mediante el funcionamiento. Su función determina su orden (Romanos 12:4- 8; Efesios 4:11-12).
- “Si permitimos que la palabra de Cristo sea inculcada en nuestro corazón, el amor de Dios grabado allí será nuestra realidad, y entonces amaremos al Señor con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas” (Diario Alimento, Libro 3, Semana 3, viernes, página 50).
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