INMERSIÓN Miércoles | Mens. 06 – La degradación de la Iglesia a lo largo de los siglos

¡No hay diferencia de clases entre nosotros! ¡Todos somos miembros del Cuerpo de Cristo, funcionando en un organismo vivo (Romanos 12:4-5; 1 Corintios 12:12-27)!
Cuando no hay profecía, que es la palabra traída por los apóstoles, el pueblo se corrompe y no tiene
orden. Pero quien acepta la revelación del Señor es feliz (Proverbios 29:18).
Las pruebas cooperan con la palabra de Dios. A medida que somos probados, la maldad en nuestros corazones queda expuesta y podemos ser sanados. De esta manera, la Palabra será aún más
absorbida y fructífera en nosotros (Deuteronomio 8:1-3; Exodo 19; 1 Pedro 1:6-7).
“Qué importante es creer en la palabra del Señor, porque ella cambia nuestra condición. Si creemos, somos trasladados de la condición de ser juzgados y condenados a un estado de salvación. Se puede ver, por tanto, que el juicio de Dios pretende eliminar toda incertidumbre. (Juan 3:17-19” (Alimento diario, Libro 2, Semana 4, miércoles, p. 62).