Mens. 06: Permanecer en la Comunión de los Apóstoles

Palabra ministrada por el Hermano Pedro Dong, transmitida por el Instituto Vida para Todos, directamente desde el auditorio de la Iglesia en São Paulo, el 01/09/2024. Texto no revisado por el autor.

Te animamos a ver el mensaje completo en el canal de Youtube del IVPT.

 

 

 

 

1 Juan 2:18

  1. Dios quiere establecer Su reino, en el cual Él gobierna por medio de Su vida. Esta fue la razón por la que Cristo vino a la tierra, predicar el evangelio y salvarnos por la palabra de vida. Hoy también nosotros somos introducidos en la comunión de vida por los apóstoles. En la vida de la Iglesia recibimos un suministro continuo de vida a través de la palabra.

2.El enemigo, sin embargo, intenta detener el avance de la Iglesia. Él utiliza el mundo para causar daño a la Iglesia de Dios, e incluso logró degradarla durante 19 siglos. Sin embargo, estamos en los últimos tiempos, y el Señor está levantando Su Iglesia en Filadelfia, la cual guarda la palabra, no niega ni sustituye el nombre del Señor, sino que confía enteramente en ella. El mundo pasa, pero el que hace la voluntad de Dios permanece eternamente. ¡Elijamos el lado de la vida! No sucumbamos a las concupiscencias del mundo.

3.En este contexto de batalla, Juan escribe: “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo” (1 Juan 2:18). La palabra de Dios siempre llega en el momento oportuno para Su Iglesia. Él nos advierte que estamos en la última hora, en la que se desarrolla la batalla más violenta, donde el enemigo utiliza todas sus herramientas para intentar abatirnos y derrotarnos. La última hora está relacionada con la venida del Señor; ¡Nuestro Señor Jesús regresará y tomará posesión de Su reino!

Lucas 19:12; Mateo 25:31; Efesios 1:19-23, 4:15-16, 6:11

  1. Mediante Su muerte y resurrección, Cristo realizó la obra de redención y generó la Iglesia, el organismo vivo por medio del cual Dios gobierna. Después de llevar a cabo Su ministerio terrenal, el Señor regresó como Espíritu para suplirnos, encabezar y traer Su reino. Ésta es la razón por la que debemos predicar el evangelio del reino a toda tierra habitada: ¡queremos que el fin venga y que el Señor regrese!

5.“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria […] entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:31, 34). Nuestro Señor volverá a tomar posesión de Su reino, y en la última hora comienza una batalla decisiva. Para eso, el Señor necesita fortalecernos y encabezar completamente a la Iglesia para, a través de ella, encabezar todas las cosas. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, un organismo vivo que necesita ser gobernado por la palabra de vida y la comunión de vida.

  1. “sino, que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:15-16). A diferencia del mundo, la Iglesia sigue la verdad en amor, porque a través de la verdad, Dios puede dispensar Su amor. El objetivo final de este proceso es edificar la Iglesia.

7.La Iglesia también es utilizada para luchar por el reino de Dios, con el fin de entronizar a Cristo. Por lo tanto, ella libra una lucha feroz contra el diablo, los principados y potestades, los gobernantes del sistema mundial, las tinieblas y las fuerzas espirituales del mal en las regiones celestiales (Efesios 6:11-12 – KJA). Satanás hará todo lo posible para no perder su dominio, sin embargo, ¡por medio de la Iglesia nos aseguraremos de que todas las cosas estén encabezadas en Cristo!

Mateo 4:23; Mateo 24:14; Marcos 13:22; Mateo 9:35-38

  1. La lucha por el reino de Dios comenzó con el mismo Señor Jesús, quien vino a la tierra a predicar el evangelio del reino (Mateo 4:23). Bajo el gobierno de principados y potestades, los hombres sufren y están enfermos; ¡pero nosotros predicamos el evangelio, llevando la palabra del reino, la justicia y la paz para curar todas estas enfermedades! Pero no subestimemos las artimañas del enemigo, ya que utilizará todo su arsenal para alcanzarnos, engañarnos y confundirnos. ¡Permanezcamos en la comunión de vida para no ser engañados!

9.El establecimiento del reino de Dios en la tierra comienza con la predicación del evangelio del reino, este es el motivo de que la Iglesia salga a las calles. Para esto necesitamos trabajadores: “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mateo 9:37-38). Gracias a Dios contamos con el CEPPEV con sus distintas unidades. Si usted aún no ha ido al CEPPEV, le animamos a que lo haga. Y si usted ya fue al CEPPEV, ¡pídale a alguien que vaya! Necesitamos un grupo grande de trabajadores para predicar el evangelio a todas las naciones, así ganaremos esta guerra.

Mateo 24:24,4-8; Daniel 7:24-25, 9:27, 11:36-37; Apocalipsis 13:1-15, 12-18, 19:19-20; 2 Tesalonicenses 2:3-6

  1. Nadie está inmune a los engaños del enemigo: “se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, de tal manera engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos” (Mateo 24:24), por eso necesitamos mantenernos siempre en la comunión de vida, recibiendo la palabra de vida, que nos hace resistentes a los ataques. En nuestros días oímos sobre guerras, rumores de guerras, reino levantándose contra reino, hambrunas y terremotos (Mateo 24:4-8). Éstas son señales de que el fin se acerca; estamos en la última hora, en los momentos finales, pero aún no es el fin. Poco antes de la segunda venida del Señor, aparecerá el anticristo, como se profetizó en los capítulos 7, 9 y 11 de Daniel.

11.En algún momento en un futuro no muy lejano, surgirá un hombre poderoso que establecerá un pacto con muchos durante siete años (Daniel 9:27). En la primera mitad de estos siete años, las naciones tendrán paz gracias a él. Sin embargo, en la segunda mitad de este período, romperá este pacto y “hará cesar el sacrificio y la ofrenda” (Daniel 9:27). Esto significa que se habrá construido el templo en Jerusalén. Lo más probable es que este pacto se haga para la construcción del templo en Jerusalén, por lo que se reanudarán los sacrificios en el templo. Esto se hará hasta el momento en que el anticristo rompa el pacto, a la mitad de los siete años, cuando él colocará dentro del templo la abominación, su propia imagen.

12.El anticristo “[…] se ensoberbecerá y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá” (Daniel 11:36). Él será el hombre de pecado, el hijo de perdición, que cambiará las leyes, blasfemará contra Dios y engañará a los hombres (2 Tesalonicenses 2:3-4). Todo esto sucederá, pero tendrá un final: “vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea […] Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos” (Apocalipsis 19:11, 14). ¡Los vencedores estarán con el Señor y derrotarán al anticristo!

  1. Todo esto sucederá en un futuro próximo, probablemente muchos de nosotros presenciemos el surgimiento del anticristo. Sin embargo, ¡anhelamos ser arrebatados! Cuando rompa el pacto, la gran tribulación comenzará durante tres años y medio, ¡pero antes de eso el hijo varón será arrebatado al trono de Dios! El hijo varón es la parte fuerte, los jóvenes que vencieron al maligno por la palabra de Dios. ¡Queremos ser parte de él!

Apocalipsis 12:9-12; 2 Timoteo 3:1-5; 1 Juan 2:19; 1 Corintios 11:18-19; Deuteronomio 8:2; Hebreos 4:12

  1. Sin embargo, antes de la aparición del anticristo profetizado, aparecerán muchos tipos de anticristos durante la era de la Iglesia. Una de sus características es la falsa espiritualidad, para engañar a las personas con el fin de lograr sus objetivos personales ocultos. Su búsqueda de popularidad o poder es usado como instrumento en manos de Satanás para impedir el avance del reino de Dios.

15.Por la aparición de los anticristos sabemos que es la última hora, porque el diablo está lleno de ira, sabiendo que le queda poco tiempo (Apocalipsis 12:12). Él no puede controlar la obra de Dios que avanza en toda la tierra a través de la palabra de vida, que produce la comunión de vida globalmente. A través de la palabra de vida, recibida por los santos, se realiza la obra de Dios. El enemigo está desesperado porque no hay forma de detener esa obra. Por eso, él utilizará todos los medios posibles para abatirnos y desanimarnos. ¡permanezcamos firmes!

16.En el año de la partida de Pablo, él advirtió que en los últimos días: “… vendrán tiempos peligrosos, porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” (2 Timoteo 3:1-5). Muchos de los anticristos, que están luchando contra la voluntad del Señor y Su gobierno, salieron de nosotros, pero no eran de nosotros (1 Juan 2:19). Éstos son los que rechazan la palabra de vida y no permanecen en la comunión de vida. Por eso es tan importante que nunca abandonemos esta comunión. Los aprobados, en 1 Corintios 11:19, son los que reconocen la palabra que viene por el canal escogido por el Señor.

17.El Señor puede hacer pruebas, para ver lo que hay en nuestro corazón, como lo hizo con el pueblo de Israel: “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos” (Deuteronomio 8:2). Dios tiene un propósito cuando nos hace pasar por humillación o resentimientos: Él quiere saber si nos amamos más a nosotros mismos o a Él, si preservamos nuestro ego más que el reino de Dios, si guardaremos Sus mandamientos. Toda la prueba es para reconocer que no tenemos nada a qué aferrarnos excepto la palabra de Dios (v.3). Ni siquiera podemos confiar en nuestro corazón, porque él es tremendamente corrupto. Sólo podemos confiar en la palabra de Dios, que nos mantiene vivos.

18.A veces creemos que somos muy puros en nuestro servicio al Señor, pero sólo la palabra viva y eficaz de Dios es capaz de discernir lo que se esconde en nuestro pensamiento y en nuestro corazón. ¡Necesitamos la palabra incluso para conocernos! Por lo tanto, permanezcamos en la comunión de la vida, ya que ésta es nuestra mayor protección.

Hechos 20:29-30; 1 Juan 1:1-3; 2:20; Éxodo 30:23-25; Filipenses 1:19; Juan 7:37-39, 14:16-17, 16:13-15; Efesios 1:13

  1. Pablo ya sabía que algunos de los que estaban a su lado se levantarían contra él: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.” (Hechos 20:29-30). El modo de actuar es siempre el mismo: Satanás utiliza a hombres que tienen ambición, quieren hacer su propia obra, no aceptan la palabra que viene de los apóstoles y quieren levantar discípulos para sí. La salida de ellos prueba que no eran de nosotros, porque si lo fueran, habrían permanecido con nosotros, es decir, con los apóstoles en la comunión del Cuerpo de Cristo. Se trata de personas que, por razones ocultas, no aceptaron la Palabra de vida anunciada por el apóstol Juan, por lo tanto, no permanecieron en la comunión del Cuerpo. Lo que promueven va en contra de los intereses de Cristo. Son usados por el Diablo para engañar a los incautos y causar daño a la obra de Dios.
  1. Vemos que somos vulnerables a muchos ataques a esta altura de la batalla final. ¿Qué hacer entonces? Gracias a Dios, Él nos dio algo: “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas” (1 Juan 2:20). La unción que está dentro de nosotros nos advierte si tomamos el camino equivocado. La palabra “unción” (chrisma) proviene de la palabra “Ungido” (Christos), que es Cristo. La unción hace referencia al aceite de la santa unción de Éxodo 30:23-25, que era usado para ungir todos los artículos en el tabernáculo, y por los sacerdotes para comenzar el funcionamiento de su servicio a Dios. ¡Es necesario que estemos ungidos para servir a Dios, para eso Él nos dio la unción que viene del Santo, que es Cristo!

21.A través de la obra redentora de Cristo en la cruz y Su glorificación en resurrección, Él se tornó el Espíritu que fluye del interior de todo aquel que cree en Él, como ríos de agua viva (Juan 7:37-39), la provisión abundante de la Iglesia (Filipenses 1:19). Él es el Consolador, el Espíritu de verdad (Juan 14:16-17) quien nos guiará a toda verdad y nos hará saber las cosas que habrán de venir (Juan 16:13-15).

22.Juan anunció la Palabra de vida, que es Cristo, como la vida eterna, la cual introdujo a quien la recibió en la comunión de vida (1 Juan 1:1-3); esta es la misma palabra de verdad, el evangelio de salvación que predicó Pablo, y el que creyó recibió el Espíritu (Efesios 1:13-14). Por tanto, Juan dijo que tenemos el conocimiento de la verdad, por la palabra de verdad que recibimos de los apóstoles.

Juan 17:17; 1 Juan 2:20-25; Juan 8:44

  1. La unción que proviene del Santo actúa en nuestro interior según la verdad, que es la palabra de Dios (Juan 17:17). La verdad que proviene de la palabra de Dios nos guía, nos santifica y nos llena de la realidad de Dios. Cada vez que actuamos y andamos según la verdad sentimos la acción de la unción que nos da una sensación de placer y paz, como cuando se aplica una crema humectante sobre la piel seca. Por otro lado, cada vez que actuamos por nosotros mismos, o por nuestra lógica, la unción deja de actuar. Es mejor parar cuando ya no tengamos la unción actuando sobre nosotros y regresar. Aprendamos a actuar por la unción y a ser sensibles a ella.

24.En la lucha de reinos, una de las armas del enemigo es la mentira (1 Juan 2:21), mientras nosotros poseemos la verdad, el arma de Satanás para atacarnos es la mentira: “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44). Actualmente contamos con internet, el cual transmite la palabra profética a toda la tierra y nos ayuda a predicar el evangelio y cuidar a las personas. Al mismo tiempo, ella puede utilizarse para difundir mentiras y calumnias. Si leemos esas cosas nos desanimamos. Gracias a Dios estamos del lado de la verdad. Ninguna mentira procede jamás de la verdad. La verdad es sólida y nunca terminará, mientras que la mentira tiene un plazo determinado.

25.La resiliencia emocional es importante. El enemigo difundirá miles de mentiras sobre nosotros. Si quedamos mirando eso, quedaremos desanimados, abatidos y fuera de combate. ¡Que el Señor nos fortalezca a través de Su palabra y nos dé resiliencia emocional! Nuestro querido hermano Dong fue un ejemplo de resiliencia. Él sufrió mucho, su ministerio fue calumniado, pero estuvo firme hasta el final, haciendo la voluntad del Señor. Animamos a nuestros adolescentes, que no lo conocieron, a leer el libro “Resiliencia” para conocer un poco más de nuestra historia reciente.

26.En cada época, el enemigo utiliza armas diferentes, y no lo ignoramos. Que el Señor nos haga resilientes para que el enemigo no nos alcance. ¡Mantengámonos unidos ayudándonos unos a otros, consolándonos y luchando juntos! ¡Estamos por la verdad!

27.“Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio, permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre” (1 Juan 2:24). Cuando cita “lo que habéis oído desde el principio”, Juan se refiere a lo que escribió al principio de su carta: Permanezcamos recibiendo la palabra de vida que trae vida eterna y que nos introduce en la comunión con Juan, y con el Padre y Su Hijo. No somos lo suficientemente fuertes para luchar contra el mentiroso, pero si permanecemos en la palabra de vida y en la comunión de vida venceremos al maligno.

1 Timoteo 1:3-4; Hechos 2:42; 2 Corintios 11:3

  1. La acción del anticristo a finales del siglo I, en tiempos de Juan, fue la propagación de la herejía de Cerinto, hombre de ascendencia judía y educado en Alejandría. Él negaba la concepción milagrosa de Jesús y enseñaba que, después de su bautismo, el Cristo descendió sobre Jesús en forma de paloma y que, después, él anunció al Padre desconocido y realizó milagros; pero que, hacia el final de su ministerio, el Cristo una vez más dejó a Jesús, y que Jesús sufrió y resucitó de la muerte, mientras el Cristo permaneció impasible (incapaz de sufrir) como ser espiritual. Esto es una herejía.

29.Cuando la Iglesia se apartó del principio que se encuentra en Hechos 2:42, dejó de recibir las enseñanzas de los apóstoles con sencillez. Esto abrió la puerta a diferentes enseñanzas y permitió que penetraran herejías destructoras (1 Timoteo 1:3-4). Esta herejía era una mezcla de judaísmo, gnosticismo y cristianismo, en definitiva, llevó al hombre a la lógica del conocimiento y la sabiduría humana. Esta acción corrompió la mente del hombre y lo hizo apartarse de la sencillez y la pureza con relación a Cristo y la palabra de Dios (2 Corintios 11:3). La Iglesia perdió el amor reverente por la palabra que venía del apóstol y comenzó la degradación. Para evitar que esto suceda, permanezcamos en la comunión de vida, para que la vida eterna circule en nosotros. Esta es la promesa de vida eterna para el que cree.

1 Juan 2:26

  1. Satanás es el padre de la mentira para engañarnos. ¿Cómo resistir y no ser engañado? Sólo permaneciendo en lo que hemos oído desde el principio: debemos continuar en la palabra de vida, en la vida eterna que circula entre nosotros y en la comunión de vida. Esto nos salva de muchos engaños del enemigo, convirtiéndonos en luchadores firmes y resilientes para luchar en la era final como trabajadores de la última hora. Sigamos juntos en la batalla, ayudándonos unos a otros a permanecer en la comunión de vida. ¡Así venceremos la lucha y Cristo tomará posesión del reino!

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