Palabra ministrada por el hermano Pedro Dong, transmitida por el Instituto Vida para Todos, durante la Conferencia en Foz do Iguaçu, el 01/10/2023. Texto no revisado por el autor.
Mateo 16:18
- Volviendo un poco al tema del mensaje 13, “El celo por la casa de Dios”, vemos que Dios encargó a nuestro Señor Jesús de la edificación de la Iglesia y, desde entonces, Él está determinado, dedicado a esa edificación. Él es responsable de la casa de Dios. En Mateo 16:18, Jesús dijo que edificaría Su Iglesia y que las puertas del Hades no prevalecerían contra ella. Desde entonces, ésta fue la responsabilidad confiada a Jesús y Él se ha dedicado a ella.
Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16, 19-20; Efesios 1:21-23
- Incluso después de resucitar, Jesús recomendó la Iglesia a sus discípulos en Mateo 28:18-19. Cuando se habla de bautizar, el énfasis está en aquellas personas a quienes predicamos el evangelio. El Espíritu Santo los bautiza para convertirse en miembros del Cuerpo de Cristo. Por un lado, Jesús fue entronizado y está sentado a la diestra de Dios en el cielo. Él fue elevado por Dios Padre sobre toda autoridad, poder, principado, potestad, dominio y todo nombre que se pueda mencionar, siendo la Cabeza de la Iglesia. Por otro lado, todavía tiene una misión inconclusa: Necesita completar Su misión de edificar la Iglesia. Por eso Él nos encarga predicar el evangelio, y Él mismo coopera con nosotros confirmando Su Palabra a través de señales que siguen a la Iglesia. Por lo tanto, Nuestro Señor está decidido, ama la casa de Dios y necesita cumplir la responsabilidad que Dios le dio.
- El celo por la casa de Dios consumía a Jesús. En esa situación de contaminación de la casa física de Dios, el templo en Jerusalén, lleno de cambistas, de vendedores de animales, de comerciantes, entendemos la preocupación de nuestro Señor Jesús. En aquel tiempo, los principales sacerdotes, quienes debían ser los primeros en dar ejemplo de servir al Señor con un corazón puro y limpio, convirtieron la casa de Dios en un lugar de negocios, un lugar para desarrollar su propia estructura de poder y ganancias, por interés personal. Por eso, cuando el Señor Jesús vino a la tierra predicando el evangelio del reino, los que se opusieron a Él fueron exactamente los principales sacerdotes, que cuidaban de la casa de Dios e hicieron de ella una estructura para que ellos mismos reinasen y ejerciesen poder sobre el pueblo de Dios.
- Hermanos, esto ha sucedido en la historia de la Iglesia. Hemos visto que desde hace dos mil años el hombre siempre ha estado preocupado por escalar posiciones, luchando por el poder, con la ambición de adquirir más estatus y privilegios, ganando popularidad y gloria para sí mismo. La Iglesia debería estar encabezada por Cristo, pero los hombres se apoderaron de la casa de Dios de manera religiosa, y terminaron creando una estructura para su propio beneficio. Por eso, Dios, a través de Cristo, quiere limpiar la Iglesia. Quiere que la Iglesia vuelva a ser pura, que luche sólo por la edificación del Cuerpo, sin interés propio.
Efesios 3:17-19
- Nosotros que hemos obtenido la visión de la Iglesia, que somos miembros vivos del Cuerpo de Cristo, necesitamos tener la realidad de ese Cuerpo. Esto significa que necesitamos llenarnos de la realidad que es Cristo, inculcando la Palabra en nuestros corazones. La mejor manera de dejar que Cristo sea la Cabeza de la Iglesia es permitir que la Palabra impregne cada parte de nuestra alma. Nuestra mente, emoción y voluntad necesitan estar llenas de la realidad de Dios, quien es Cristo mismo, hasta Su plenitud. ¡Ésta es nuestra lucha! Desafortunadamente, los hombres tomaron por asalto la casa de Dios, convirtiéndola en su propio negocio. En la época judía era así y hoy también eso puede suceder. Por eso el Señor quiere hacer una limpieza para purificar Su casa.
Hechos 17:1-7, 10-13
- En Hechos 17, Pablo estaba predicando el evangelio en Tesalónica, anunciando a Cristo y muchos se unieron a él. Pero aquellos judíos que asaltaron la casa de Dios, movidos por envidia, trajeron consigo algunos hombres ociosos, hombres malos para alborotar y perturbar la ciudad, y asaltaron la casa de Jasón, donde se alojaba Pablo. Más tarde sucedió lo mismo en Berea. Les movía la envidia, y en nuestros días sucede lo mismo. Toda oposición está impulsada por la envidia.
Hechos 17:13-14
- Cuando la Palabra de Dios es anunciada, las puertas del infierno vienen a luchar contra ella, utilizando exactamente la estructura de la casa de Dios. Los propios judíos, que se suponía debían cuidar de la casa de Dios, usaron esa posición para perpetuarse en el poder. El enemigo levanta oposición. Por eso, el Señor necesita hacer esta limpieza para la purificación, para que podamos dar aún más frutos. Creo que en el 2024 el Señor habrá avanzado en esta limpieza y la Iglesia seguirá creciendo. La lucha es siempre contra la Palabra de Dios, es contra la palabra profética.
Juan 1:1
- La palabra profética no es una palabra cualquiera. La palabra profética es, simplemente, esa Palabra que estaba en el principio, estaba con Dios y era Dios. Juan está haciendo una distinción entre las otras “palabras” y la Palabra. La Palabra no es un bello ensayo dirigido por un buen orador; es diferente a un hermoso mensaje o discurso dado por alguien con gran habilidad. Esta Palabra es una Persona, es quien hace la obra de Dios, la cual no fue creada por nadie, pues ya existía desde el principio. Dios abre la boca y sale esta Palabra. Cuando hablamos de la palabra profética, estamos hablando de esta Palabra de manera dinámica.
1 Juan 1:1-2
- Dios solo tiene un hablar en la Iglesia: la palabra profética. Satanás quiere ofrecer un menú de muchas “palabras”, pero la Iglesia sólo tiene esta palabra. La palabra profética puede ser palpada, vista, contemplada. ¡Esta es la palabra de vida! ¡No es un libreto de conferencia, es una persona viva! ¡Ella es la vida misma! Fue esta Palabra la que anunció el apóstol Juan, y no una hermosa redacción. No confundas la Palabra Profética con ninguna otra “palabra”. Esta es la Palabra que anuncian los apóstoles, que anunciamos nosotros, que es la vida eterna misma, que estaba con el Padre y nos fue manifestada.
1 Juan 1:3
- El apóstol Juan anunciaba lo que él vio, escuchó y proclamó. La palabra profética no se origina en el profeta. El profeta es simplemente un mensajero y debe ser fiel para transmitir la palabra misma de vida. La expresión “comunión con nosotros” se refiere a la comunión con los apóstoles. Cuando Juan usa el plural, en realidad se está refiriendo a sí mismo. Lo que vi y oí lo estoy anunciando. Cuando anuncia la palabra de vida a la Iglesia, ésta mantiene entonces comunión con el apóstol. La palabra profética trae comunión y promueve la circulación de la vida entre los miembros del Cuerpo de Cristo.
Hebreos 13:17
- El apóstol no es la fuente, no es el origen. El apóstol es un canal. La fuente, el origen, es el Padre y Su Hijo Jesucristo. El apóstol sólo es responsable de conectar el Cuerpo con la fuente. Por eso, no coloquen al profeta al nivel de Dios. Nunca exalte excesivamente al profeta, porque la fuente es Dios Padre. Debemos honrar a nuestros guías, al profeta usado por Dios, pero no idolatrar. No debemos exaltarlo por encima de lo que realmente es: él es un hombre, miembro del Cuerpo de Cristo.
Juan 6:29
- Tengamos un amor reverente por la Palabra, pero nunca comparando la palabra profética, la palabra de vida, con otras “palabras”. La palabra profética es la que hace la obra de Dios. Si crees que Dios envió al profeta como canal para traerte la Palabra de Dios, la obra de Dios entonces se realiza a través de ti. Ésta es la importancia de la Palabra.
Mateo 3:1-4, 16-17; Lucas 1:15-17; Juan 1:29-34; 3:22-24, 26;4:1-3
- Empecemos el mensaje 17, hablemos de la mujer de Samaria. Para hacer esto, necesitamos recapitular lo que dijimos en el mensaje 16 acerca de Juan el Bautista. Hizo un hermoso trabajo como precursor del Señor Jesús, ya que fue poderoso en lo que hizo. El Espíritu lo guiaba en todos sus pasos y le dio mucho poder. Juan testificó que Cristo era verdaderamente el Hijo de Dios. Sin embargo, lamentablemente no quiso detener su ministerio, ya que era el momento de que Jesús entrara en escena. Entonces Dios tuvo que detenerlo, porque su ministerio estaba compitiendo con Jesús, una competencia innecesaria. Jesús necesitaba generar la Iglesia, Su novia, y en ese trabajo Juan el Bautista no tenía nada que hacer. Cuando Jesús escuchó esto, se preocupó, porque no había venido a competir con Juan el Bautista. El Señor, entonces, prefirió retirarse, ya que Juan el Bautista no lo hizo. Él dejó Judea y se retiró a Galilea. Judea, una región noble; Galilea una región despreciada. Los galileos eran personas sencillas, pescadores. Jesús decidió retirarse a Galilea, sin embargo, durante este viaje tendría que cruzar por Samaria, que estaba entre las dos ciudades.
1 Reyes 1:24, 29
- En el tiempo de los reyes, Dios usó al rey David, al final de sus días, para preparar todos los materiales para la edificación del templo y Salomón, su hijo, realizó la obra y construyó un templo para el Señor en Jerusalén. Pero en su vejez, Salomón cayó, poseyendo muchas mujeres extranjeras, las cuales pervirtieron su corazón y comenzaron a adorar ídolos. Debido a esto, Dios hizo que sus descendientes perdieran parte del reino.
- Durante el reinado de Roboam, hijo de Salomón, el pueblo se quejaba de la pesada carga de los impuestos sobre el pueblo, y le pidieron que bajara un poco el impuesto. En lugar de buscar asesores mayores y con más experiencia, Roboam prefirió asesores más jóvenes, cuya orientación fue de afirmar aún más el yugo para que el pueblo dejara de quejarse. Sin embargo, esto provocó que diez de las doce tribus se rebelarán contra Roboam y coronarán a Jeroboam como rey sobre ellos. Así, la nación de Israel se dividió en dos reinos: el reino de Israel, que era el reino del norte, con las diez tribus sobre las cuales reinó Jeroboam, y el reino de Judá, con solo dos tribus sobre las cuales reinó Roboam. Y Samaria era la capital del reino del norte.
- La gran mayoría de los reyes del reino del norte hicieron lo malo delante del Señor, y el Señor permitió que ese reino pasara a manos del rey de Asiria. Cuando los asirios conquistaron la capital, Samaria, dispersaron al pueblo de Israel por varias naciones paganas y trajeron gente de estas naciones extranjeras para poblar la capital. Esta era una táctica antigua para exterminar una civilización, un pueblo. La mayor parte del pueblo de Samaria fue transportada, pero los pobres se quedaron. Estos pobres, con el cruce de sangre, acabó generando, en Samaria, un pueblo mestizo, con sangre de extranjeros y del pueblo judío. Entonces aparecieron los samaritanos. Los judíos no consideraban a los samaritanos como parte del pueblo, aunque en Samaria ellos seguían el Pentateuco de Moisés y, por lo tanto, samaritanos y judíos no se entendían.
Esdras 4:1-5; Números 4:1-6
- El reino de Judá también fue exterminado, habiendo sido conquistado por el rey de Babilonia. Sin embargo, setenta años después, Dios prometió que usaría a un rey extranjero, el rey Ciro, para emitir un decreto para que el pueblo regresara y restaurara el templo. Y así sucedió. En la época del libro de Esdras, cuando el templo estaba siendo reconstruido, las personas que intentaron perturbar la construcción fueron los samaritanos. También en tiempos de Nehemías, cuando regresaron para reconstruir los muros de Jerusalén, los samaritanos también estaban en contra. Ésta es otra razón por la que los judíos no se llevan bien con los samaritanos. Con estos antecedentes, ahora podemos comprender mejor la historia de la mujer samaritana.
Juan 4:5-8
- La hora sexta, alrededor de la cual Jesús se sentó junto a la fuente, correspondería al mediodía, según la hora judía. Podemos considerar algunas cosas. En primer lugar, no era normal que Jesús enviara a todos sus discípulos a comprar comida y que él simplemente esperara junto al pozo de Jacob, normalmente estaría acompañado. Esto muestra que Jesús deliberadamente envió a todos los discípulos lejos y estaba solo, ya que Él necesitaba hablar con la mujer samaritana y salvarla.
- Otra consideración que podemos hacer es: ¿por qué apareció sola la mujer samaritana? En aquella época era habitual que las mujeres salieran en grupos, hacia el final de la tarde, a sacar agua, por motivos de seguridad. Entonces, probablemente, esta mujer no tenía buena reputación y huía de la multitud y otras compañías. De hecho, ya se había casado seis veces, era amiga de la séptima persona y no tenía buena reputación en la ciudad. Por eso fue sola a sacar agua. Siendo muy prudente, Jesús se dispuso a encontrarse con la mujer al aire libre, para no despertar demasiadas sospechas. Quiero recomendarles esta precaución: a menos que sean cónyuges, nunca estén con una persona del sexo opuesto, solos, en un espacio cerrado. Actuemos abiertamente. Actuemos para un buen testimonio, para que todos lo vean. Así, evitaremos demasiadas sospechas erróneas y nos guardaremos. Cuando salimos a hacer colportaje, cuando salimos con equipos del CEPEV, debemos tener mucho cuidado con eso, para evitar problemas y confusiones. Hombres y mujeres al aire libre y en lugares públicos, donde todos puedan ver.
Juan 3:31-36; 4:9-10; Santiago 1:17-18
- Dios quiere darnos el mejor regalo, la buena dádiva, el don perfecto. Don y dádiva son regalos de Dios, y esto viene de arriba. Por mucho que amemos varias cosas terrenales, estas no tienen la buena dádiva, no tienen el don perfecto. La buena dádiva y el don perfecto deben venir de lo alto y deben generar la Iglesia, una nueva creación, un nuevo hombre. Este don perfecto es la Palabra de verdad, y también es Jesús mismo. Jesús es la buena dádiva y el don perfecto que Dios quiere darnos para generar una nueva creación, generar Su Iglesia. Quien acepta este don perfecto, quien acepta a Jesucristo, está seguro de que Dios es verdadero, porque el enviado de Dios habla las palabras de Dios. El don de Dios es una persona, pero siempre es enviada por medio de la palabra. El Padre ha entregado toda la creación en manos de Cristo y Lo pondrá por cabeza de todas las cosas. Por tanto, quien cree en el Hijo, en el don que vino de arriba, tiene vida eterna. Pero quien se rebele contra el Hijo no verá la vida.
- La mujer samaritana representa a todo hombre que tiene un vacío en su interior. El vacío adquirido el día en que se desconectó de Dios por la desobediencia a Su Palabra. El hombre está vacío porque le falta la verdad, la realidad. Lo que hay dentro de cada hombre caído es un vacío de falsedad, vanidad y mentira. Cuando salimos a predicar el evangelio encontramos a todos con este vacío en el corazón y nada puede satisfacerlos. ¡Nada puede llenar el vacío del hombre excepto el agua viva!
- La mujer samaritana representa también al hombre religioso, que posee el pozo de Jacob, que lo sustentó durante tantos años, pero que no podía entender qué era “el agua viva”, porque tenía un concepto de religión. Los samaritanos tenían confianza en la religión, porque Jacob les había dado ese bien y gracias a ella sobrevivieron. No podemos confiar en la religión. ¿Tu vida de la Iglesia es religiosa? Esto no es confiable y no le traerá satisfacción. La verdadera satisfacción llega cuando bebemos del agua viva, ¡la única que puede saciarnos!
Juan 4:11-12; 4:13-14
- El pozo de Jacob era profundo, no era accesible para saciar su sed, requiriendo utensilios y esfuerzo para sacar el agua. Toda religión requiere el trabajo de los hombres. Por eso el hombre tiene este concepto de que necesita hacer algo para Dios y así ser recibido y aceptado por Él y vivir bien. Pero esto no le da satisfacción y vive toda la semana vacío en sí mismo, incluso participando en servicios, para tranquilizar su conciencia y tener un poco de paz con el Señor. Sin embargo, si vives todo el día inmerso en la Palabra, haciendo inmersión por la mañana, orando, inculcando la Palabra en tu corazón, esto cambiará todo tu día. Será agua viva que salte y lo saciará, porque estarás inculcando la Palabra misma en tu corazón. No es vivir una vida religiosa, cumplir requisitos religiosos, como tener un cántaro para sacar agua de un pozo profundo. ¡Hoy Dios es accesible para nosotros! Una persona nueva en la Iglesia, que no sabe orar adecuadamente ni entiende la Biblia adecuadamente, también puede hacer inmersión como cualquiera de nosotros. No es necesario tener un cántaro para sacar agua de un pozo profundo. Ella también puede invitar a sus amigos y vecinos, diciendo: ¡Ven y ve! Hoy todo se volvió más fácil. Por eso, en primer lugar, Jesús deja claro a la mujer que la vida religiosa no la satisface, pero el agua viva sí.
Juan 4:15-18; Proverbios 8:30-31
- El Señor, como profeta, abrió de par en par la vida moral de la mujer samaritana. Esto va más allá de la vida religiosa. También en el mundo nuestra vida moral no puede satisfacernos. El hombre tiene un vacío dentro de él que sólo Dios, sólo el agua viva puede satisfacer. Como la mujer samaritana, que corría tras los matrimonios, todo hombre corre tras otras cosas para satisfacerse a sí mismo. Como la mujer samaritana, ninguno de sus matrimonios, que tanto buscó, no funcionó. No bastaba un marido, ni dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco. Y el sexto todavía está en proceso. Esto indica que este mundo no nos satisfará. Si todavía tienes esperanza de encontrar verdadera satisfacción y felicidad real en el mundo, sin el Señor Jesús, sin el agua viva, debes saber que no lo lograrás. Ni en la educación, ni en la alta cultura, ni en la crianza de los hijos, ni en la familia, nada puede satisfacer plenamente. Entonces, muchos buscan en el pecado, en las drogas. Aquí viene la destrucción total. El mundo no te trae satisfacción. La verdadera alegría está en la fiesta del gozo entre el Padre y el Hijo, y Dios quiere introducirnos en ella. A través del agua viva podemos experimentar esta fiesta en la que viven el Padre y el Hijo. Hoy la Iglesia está en esta fiesta. ¡Esta es la verdadera alegría! Por eso nuestras reuniones tienen que ser verdaderas fiestas, ¡porque encontramos el agua viva!
Juan 4:13-14
- El Señor no propone darle un vaso de agua a la mujer samaritana, porque un vaso de agua, si se consume, se acaba. Dios quiere dar al hombre una fuente que salte para vida eterna, que es llevarnos a la eternidad. ¡Esta fuente saltará, saltará sin terminar hasta el nuevo cielo y la tierra nueva! ¡Esta fuente está dentro de nosotros! Esa fuente es el Espíritu que entró en nosotros, y el Señor quiere que la usemos para reproducir esta vida creyendo en Jesús. ¡Esta vida eterna salta dentro de nosotros como una fuente, y también salta hacia otras personas! Por eso no somos cristianos egoístas. Estamos reproduciendo esta vida en otras personas, saciando su sed.
- Por eso, hoy no debemos tener miedo de invitar a las personas a esta fiesta. Nuestros adolescentes, por ejemplo, no tienen miedo de invitar a otros para venir y ver. Ellos simplemente dicen: ¡Ven y ve! ¡Aquí hay agua viva, hay una fuente que salta para vida eterna, hay una verdadera fiesta, una verdadera alegría, una verdadera felicidad! Y el que viene y ve, se queda. Si su localidad aún no funciona con adolescentes, ¿qué tal si comienza? Si no hay adolescentes en su localidad, busque. Si solo hay uno, ¡cuántas Iglesias empezaron con un adolescente y hoy tienen treinta, cincuenta! Busque adolescentes. ¡Tu vida de Iglesia cambiará! Ya no será accionado por manivela. ¡Hoy, con nuestros adolescentes, nuestra vida de Iglesia es tan placentera! ¡Hay alegría porque hay agua viva, inmersión en la Palabra! En esta situación, los adultos tampoco deben tener miedo de invitar a sus amigos a la reunión. Hoy, sólo invita: ¡ven y ve! ¡Traigamos personas para ver la fiesta y beber del agua viva!
Salmos 16:10; Juan 4:14; 14:16-17
- Lo único que aporta completa satisfacción al hombre es el agua viva. Para que pudiéramos tener agua viva, el Señor estuvo dispuesto a hacerse hombre, se despojó de su estatus y vino como siervo, para servirnos. Él también se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. ¡Este es nuestro Señor Jesús! ¡Y luego Dios lo resucitó! No lo dejó en la muerte ni permitió que Su cuerpo viera corrupción, descomposición. Dios Lo resucitó al tercer día y Él se convirtió en el Primogénito de Dios. Se convirtió en el Espíritu vivificante, el otro Consolador, el Espíritu de verdad, de realidad. Hoy Él está en nosotros, dentro de todo aquel que cree en Él, como esa fuente que salta para vida eterna.
- ¡Nunca más tendrás sed! Quizás tu vida esté seca, sintiendo la falta de agua. ¡Pero puedes obtener agua, no de un pozo profundo, sino de tu interior! ¡En ti tienes una fuente de agua viva que salta para vida eterna! ¡Usa esta herramienta, haga inmersión, contacta la palabra! ¡La palabra es vida, es circulación de vida, es Espíritu! Los colportores tienen esta experiencia. ¡Cuántos “no” reciben a lo largo del día! Sin embargo, esto no los desanima, ya que hacen inmersión. De esta manera ganan vida, satisfacción y alegría. Entonces el agua fluye; la vida fluye. Esta es la fuente que salta para vida eterna.
Mateo 7:22-23; Juan 4:19-20
- La inmoralidad de la mujer de Samaria quedó al descubierto. Cuando el hombre también está expuesto, le gusta refugiarse en las discusiones religiosas, esconderse detrás de ellas. Una persona extremadamente inmoral que viene a hablar contigo sobre la adoración de Dios en realidad usa un manto de espiritualidad donde se refugia. Esto nos puede pasar a nosotros. Por eso vengo insistiendo: ¡no nos fijemos en las apariencias! ¡Busca la realidad! ¡Es mejor que seamos sinceros, honestos! Y, en aquel Día, el Señor hablará: ¡entrad en el gozo de vuestro Señor! Es mejor confesar al Señor diciendo: Señor, no tengo toda esta realidad, pero quiero tenerla. No nos escondamos detrás del manto de la espiritualidad. Por medio de la inmersión en la palabra, por acompañar la palabra profética, por las lives de los jueves, sábados y domingos, por la comunión con los hermanos, por predicar con ellos el evangelio, haciendo colportaje, podemos ganar esa realidad.
Juan 4:21; 1 Timoteo 1:6-7
- Muchos que no están en condiciones de abordar ciertos asuntos espirituales, por falta de realidad en sus vidas y por razones de conducta, se esconden detrás de un manto de espiritualidad y quieren hablar de cosas que apenas entienden. ¡No caigamos en eso! Esto muestra que la religión no tiene nada que ver con la realidad espiritual. Muchos podrán tener una apariencia espiritual, pero su realidad es completamente diferente. Podría ser un problema de poca moralidad, como la mujer samaritana, pero también podría ser una persona religiosa de gran prestigio como Nicodemo. En la Iglesia, algunos pueden estar camuflados por la posición alcanzada a lo largo de los años, por la elocuencia o el conocimiento bíblico. Sin embargo, su falsa espiritualidad puede estar oculta en su apariencia espiritual y en sus discursos. ¡No se engañe!
Deuteronomio 12:4-14; 2 Crónicas 6:6
- Antes de que el pueblo de Israel entrara en la buena tierra, el Señor ya había determinado el lugar escogido para poner Su nombre, Su morada, y las doce tribus debían ir a llevar sus holocaustos y sacrificios. Posteriormente, este lugar elegido fue Jerusalén. Pero los samaritanos construyeron un templo en el monte Gerizim en Samaria para rivalizar con Jerusalén. Jerusalén era el centro de adoración del pueblo de Israel y el testimonio de unidad entre las doce tribus. Algunas personas dicen que cada Iglesia es autónoma, independiente, pero esto no es bíblico. Las doce tribus no tenían autonomía, ellas seguían una única dirección. Dios era el Dios de las doce tribus, le entregó la dirección a Moisés. Hay doce tribus, sin embargo, un solo pueblo de Dios. Las doce tribus no son autónomas, sino que están bajo el gobierno de Dios como un solo pueblo.
Juan 3:5-6, 8; 4:21-24
- Jesús le dijo a Nicodemo que todo lo que es nacido del Espíritu, espíritu es y todos los que nacen de lo alto, del Espíritu, entran en el reino de Dios, estando bajo Su dominio y gobierno, y deben seguir la orden del Espíritu, la dirección del viento. Hoy no tenemos libertad de dirección, vamos a dónde va el Espíritu, porque estamos en el reino de Dios y nacimos del Espíritu. Hoy, si todos viviéramos en el espíritu y todos fuéramos guiados por el Espíritu, no tendríamos dificultades en la Iglesia, porque nuestra unidad es del Espíritu.
1 Corintios 12:13; Efesios 4:1-3
- Esta es la verdadera vida del Cuerpo de Cristo: cuidarnos unos a otros, caminar con humildad, no con arrogancia, siendo humildes y mansos en nuestro trato unos con otros, longánimes, pacientes, tolerantes, soportándonos unos a otros en amor. Nuestra verdadera unidad es la del Espíritu. La naturaleza de Dios es Espíritu. Por lo tanto, el hombre necesita nacer de lo alto, nacer del Espíritu, para tener contacto con Dios y recibir el agua viva a través de Cristo, y esta es la verdadera adoración a Dios en realidad. Cuando estamos en el espíritu, adorando al Señor, siguiendo la dirección del Espíritu, regocijándonos en Él y bebiendo del agua viva, como lo hacemos hoy, verdaderamente estamos adorando a Dios. Adorar a Dios no es algo religioso, sólo cuando estamos de rodillas. Para Dios no es importante la apariencia de la espiritualidad, sino la realidad espiritual. De ahí la importancia de recibir el río de gracia a través de Cristo, llenándonos de toda realidad espiritual, hasta la plenitud de Dios.
Juan 4:25-26
- La mujer samaritana tenía conocimiento bíblico, conocía el Pentateuco, que era lo que seguía el pueblo de Samaria. Pero el conocimiento bíblico no puede darnos satisfacción. Y Jesús dijo: Yo soy el Mesías, el que habla contigo. Cuando Cristo viene, nos trae a Dios a través de la Palabra. Por eso es importante que Cristo nos hable. El hablar transmite a Dios, y la palabra profética trae a Dios mismo hacia nuestro interior. Necesitamos amar la Palabra de vida. Esa Palabra que nos coloca dentro de la comunión del Cuerpo, y esa comunión es a través del apóstol, y la comunión con el apóstol Juan fue la comunión con el Padre y Su Hijo Jesucristo. Hoy, cuando creemos en Jesús, recibimos esta vida eterna, este Espíritu que se ha convertido en fuente que salta para vida eterna. ¡Ya no necesitaremos tener sed! Si un día no estamos bien, sabremos dónde buscar la fuente, ¡Eso está dentro de nosotros! ¡Aleluya!