1.La causa de la entrada del pecado en el mundo fue la transgresión de Adán. Al rebelarse, Satanás creó el reino de la mentira y las tinieblas, corrompiendo también la tierra. Dios la restauró y creó al hombre para gobernarla. En el mundo recreado por Dios todavía no había pecado, fue la caída del hombre, debido a la desobediencia a la palabra de Dios, lo que abrió las puertas para que Satanás entrara al mundo (Romanos 5:12; Génesis 1:2; Efesios 6:12).
2. creación gime interiormente, esperando nuestra plena filiación, cuando nuestra alma estará llena de Cristo como la verdad, santificada y llena de la gloria y el amor de Dios. Cuando llegue ese Día, y nuestro espíritu y alma estén llenos de esa gloria, nuestros cuerpos se volverán incorruptibles, revestidos de gloria. Entonces toda la creación será redimida de la corrupción y la vanidad (Romanos 8:19-23).
3.El mundo en el que vivimos hoy ha sido corrompido. Cuando la iglesia en el primer siglo dejó de apreciar la enseñanza de los apóstoles, ya no había un reino en vida, de forma orgánica. Cuando la iglesia ya no está viviendo este reino en vida, surge la necesidad de buscar un modelo del mundo sin vida.
4.El Señor Jesús dijo: “Ya estáis limpios por la palabra que os he hablado” (Juan 15:3). La palabra que Jesús habla nos purifica. Judas era el traidor y no estaba limpio (13:11). Debido a que no apreciaba la palabra de Jesús, estaba sucio todo el tiempo” (Alimento diario, Libro 4, Semana 2, jueves, p. 29).