- Después de Su ascensión, el Señor Jesús ya no aparecería más físicamente a Sus discípulos. Pedro entendió que Su presencia estaría en la palabra, que vendría a través de él y de los demás apóstoles. Pedro, con osadía, comenzó a anunciar el evangelio abriendo la puerta de la salvación para los judíos y para los gentiles (Hechos 2:38-41; 10:44-48).
- La Iglesia es establecida para poder vivir en el mundo, porque necesitamos cumplir la voluntad de Dios mientras vivimos en la tierra. Debido a que no somos del mundo, tenemos una vida diferente a los demás hombres. Nuestra vida es buscar la palabra y mantenernos en la comunión de la vida. Por eso podemos ser discriminados. Sin embargo, no somos discriminados por la religión, sino por el vivir lleno de esperanza (Juan 15:18-19).
- Por la obra de Cristo en la cruz recibimos el perdón de nuestros pecados y la redención. Pero su objetivo final es conectar y conducir al hombre a Dios. Pasamos a vivir por la vida y la naturaleza de Dios, por medio de la palabra que nos es suplida (1 Pedro 3:18).
- El deseo de Dios siempre ha sido reinar por Su vida. Con la caída, el hombre abrió la puerta para que el diablo entrara con el pecado y la muerte en el mundo y, así, someter al hombre a un gobierno sin vida. Dios, sin embargo, no desistió de Su propósito eterno de restaurar Su gobierno de vida a través de la Palabra (Romanos 5:12). (Alimento Diario, Libro 1, lunes, pág. 05).
¿Sabías que también tenemos la inmersión para niños? Haz clic aquí para hacerlo con tu niño: INMERSIÓN PARA NIÑOS