- Todos los elementos de Cristo son transportados a través de la palabra para ampliar la fe subjetiva en nuestro espíritu hasta ganar toda nuestra alma (1 Pedro 1:9).
- Dios desea infundir todos los elementos de Cristo en nuestro corazón hasta que alcancemos la plenitud, la plena filiación y seamos los hijos herederos de Dios (Romanos 8:17).
- Todo lo que Dios hace es a través de Su palabra (Hebreos 11:3), ella viene de Él y está bajo Su comando, por lo que tiene armonía (Hebreos 1:3).
- Al practicar la inmersión en la palabra, la transcripción, el dormir y el despertar con Dios, ponemos nuestra mente en la palabra de Dios. Y con nuestra mente puesta en el Espíritu, ya no somos esclavos del pecado. Si pecamos, debemos confesar nuestros pecados, y Dios nos perdonará y nos limpiará de toda maldad (1 Juan 1:9) (Alimento Diario, Libro 2, miércoles, pág. 10).
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