- La Biblia en nuestras manos sirve de camino en nuestra jornada cristiana, para que no nos desviemos ni a la derecha ni a la izquierda. Y la palabra profética es la energía y la dirección que Dios nos da en cada momento (Hebreos 1:1-3).
- Según las palabras del apóstol Pedro, testigo ocular de la transfiguración de Jesús, registradas en el libro de Mateo, sólo la palabra que viene de Dios (un solo director/orquesta), que gobierna este universo, es capaz de generar la fe subjetiva en el hombre (Mateo 17:1-19).
- Si pasamos toda nuestra vida oyendo una palabra que no viene de Dios no producirá la obra de Dios, es decir, no producirá todo lo que fue descrito por el apóstol Pedro, siendo ineficaz para la plena filiación de los hijos de Dios (2 Pedro 1:1-18).
- La primera Iglesia engendrada en el día de Pentecostés no recibió ninguna influencia del mundo. Ella perseveraba en la enseñanza de los apóstoles y mantenía la comunión de la palabra, la cual proveyó para el establecimiento del gobierno de Dios en la Iglesia (Hechos 2:42) (Alimento Diario, Libro 2, sábado, pág.18).
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