1.¿Es usted amigo de Dios, al igual que Abraham? No debemos adorar a Dios ni servirle por ningún interés. Tengamos un corazón que solo desee entregarse en las manos del Dios verdadero y dejar que Él haga lo que quiera con nuestras vidas. No estamos aquí buscando satisfacer nuestra ambición, interés propio o buscando fama (Isaías 41:8).
2.Dios está buscando, cada vez más, involucrarnos en Su propósito, porque el Señor Jesús necesita regresar, y estamos aquí para cooperar con Él y apresurar el día de Su venida. Podemos estar seguros de que hay buscadores de Dios que aún no han sido encontrados. ¿Cómo encontrará Dios a estas personas? A través de la Iglesia (Juan 4:233.).
3.Dios registra en Su palabra que Abraham no tenía hijos y que Sara no tenía la capacidad de engendrar. Esto muestra un gran obstáculo para el cumplimiento de la promesa de Dios de hacer de Abraham una gran nación y dar a sus descendientes la tierra de Canaán. Sin embargo, Dios es Dios. Podemos confiar en Su palabra (Génesis 11:29-30; 12:1-3).
4.”¡Gracias al Señor, tenemos el estándar de la Biblia! Lo que ella nos muestra es lo que seguimos: la palabra, la enseñanza apostólica. La Biblia es la base de la enseñanza en la que nos apoyamos. Los falsos maestros negaron la persona de Cristo y su obra redentora (Hechos 2:42; 2 Pedro 2:1)” (Alimento diario, Libro 7, Semana 1, miércoles, p.12).