1.A partir de 2021 y 2022, comenzamos a presenciar milagros. Los adolescentes, con su sencillez, espíritu humilde y amor reverente a la palabra, comenzaron a ser energizados por la vida de Dios y del Espíritu Santo. Algo les sucedió y esa energía espiritual se extendió por toda la Iglesia (Salmos 110:1-3; 1 Juan 2:12).
2;Los jóvenes, como capitanes, se aliaron con las tropas de adolescentes. Los adultos, más maduros en la vida de la Iglesia, comenzaron a integrar este ejército como intendentes, cooperando para que esta formación (TCI: Tropas, Capitanes e intendentes) se convirtiera en una herramienta poderosa en las manos de Dios, para cumplir Su voluntad y el deseo de Su corazón (1 Juan 2:13-14; Juan 6:37-38).
3.El propósito de Dios es hacer de Cristo la cabeza de todas las cosas. Para ello, necesita alinearnos, es decir, ponernos en la misma frecuencia y en el mismo ritmo (Efesios 1:9-10, 22-23).
4.Pablo les mostró que sufría por causa del evangelio, para liberarlos de la esclavitud del pecado y de la ley. Mientras tanto, los gentiles eran fácilmente engañados e incluso hechizados para que volvieran a las prácticas de la ley. En esto vemos el corazón del apóstol, lleno de amor por las iglesias, dispuesto a sufrir para que la verdad del evangelio prevaleciera, ¡incluso a costa de su propia vida! (Gálatas 3:1-5; 4:13-19) (Alimento Diario, Libro 1, semana 2, miércoles, pág. 32).