1.El segundo capítulo de Filipenses revela lo que Dios desea lograr entre nosotros: Él quiere estimularnos y energizarnos por medio del aliento de Cristo, el consuelo del amor, la comunión del Espíritu y el profundo afecto y misericordia, para que su gozo sea completo (Filipenses 2:1-2).
2.Completar el gozo del Señor significa cumplir el deseo de la voluntad de Dios para Su Iglesia. Este deseo es que todos piensen lo mismo, estén unidos en alma y tengan el mismo sentir (Filipenses 2:2-4).
3.Cuando la Iglesia alcance esta etapa — de unidad en el pensar, en el sentir y en el vivir — Cristo podrá encabezarla plenamente, porque todos estarán en la misma frecuencia. Y, a partir de eso, Él podrá encabezar todas las cosas en el universo (Filipenses 2:1-4; Efesios 1:9-10).
4.A lo largo de la Biblia, vemos que Dios, al realizar Su obra y transmitir Su palabra, utiliza un canal, un hombre. Él usa y envía al hombre para hablar y llevar a cabo Su obra. Sin embargo, los hombres ven al mensajero de Dios solo como un hombre y comienzan a tener dudas sobre el mensaje que transmite, si es de hecho un mensaje de Dios. Esto sucedió tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (Lucas 9:9-18; 13:34; 2 Pedro 1:20-21) (Alimento Diario, Libro 1, Semana 2, viernes, pág. 35).