INMERSIÓN DIARIA Domingo | M.26 – El hombre natural no acepta las cosas de Dios

  1. El enviado de Dios no tiene libertad de hablar sus propias palabras. La palabra profética es de Dios. Si no aceptamos que la palabra profética viene de Dios, no estamos aceptando a Dios mismo. (Deuteronomio.18:18-19; Juan.14:10)
  1. Fuimos creados por el aliento de vida de Dios. Nuestra alma y nuestro espíritu son eternos, pero seguimos limitados dentro del cuerpo terrenal. Este cuerpo es una morada temporal, es nuestro hogar terrenal y un día se derrumbará. Pero tenemos algo eterno dentro de nosotros, ¡de otra dimensión! (Génesis.2:7; Job.32:8)
  1. ¡El mundo no es sólo lo que vemos! No tenemos por qué limitarnos a vivir para las cosas de aquí, de la tierra. Subamos la escalera para aprender a vivir en el espíritu y andar por la fe. (Génesis.2:7; Job.32:8; 2Corintios.5:1-4.7; Juan.1:51; Hebreos.1:1,3)
  1. Esta es la lección que hemos aprendido: no venda su derecho de primogenitura. ¡Luche por el reino, por su derecho, por la bendición! (Génesis.25:31-33; Hebreos.12:16) (Alimento diario, Libro 3, semana 3, domingo, página 56)

 

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