Mens 25: La Fiesta de los Tabernáculos

Palabra ministrada por el Hermano Pedro Dong, transmitida por el Instituto Vida para Todos, directamente desde el Auditorio de la Iglesia en São Paulo – SP, el 01/07/2024. Texto no revisado por el autor.

 

 

Nehemías 1:2-4; Apocalipsis 3:1

  1. Comenzamos una nueva serie, dentro del mismo tema: Evangelio de Juan – Palabra, Vida y Edificación. Este es el primer mensaje de la Conferencia Internacional de febrero de 2024, que corresponde al mensaje 25, sobre el libro de Juan. Podemos extraer algunos principios sobre la reconstrucción de los muros. Terminamos el año 2023 con cinco mensajes que quedarán registrados en un libro. Citaremos algunos elementos clave. 
  1. Entre la finalización de la restauración del templo por Zorobabel y Jesúa, hasta la noticia del abandono y desolación de Jerusalén que llegó a Nehemías, pasaron 71 años. Esto revela la necesidad vital de reconstruir los muros para restablecer el gobierno de Dios en Jerusalén. El Señor usó al rey Ciro, quien hizo un decreto que permitía que el pueblo regresara a Judea, para la reconstrucción del templo. Volvieron cerca de 50.000 personas, y el templo fue reconstruido, menos majestuoso que el primer templo de Salomón. Una vez terminada la restauración, se pensó que el pueblo volvería allá. Pero, 71 años después, Nehemías recibió la noticia de que Jerusalén estaba desolada, los muros habían sido derribados y las puertas quemadas. No tiene sentido restaurar el templo y no restaurar los muros. Sin el muro no había límite para establecer el gobierno, era como una “tierra de nadie”. Los muros indican el límite del gobierno. Sin los muros no se puede establecer un gobierno dentro de sus límites. Por lo tanto, vemos el fracaso de la Iglesia en Sardis. 

Hechos 2:1-13; 10:44-48, 13:1-3; 1 Timoteo 1:3; Gálatas 4:16

  1. Por la palabra del apóstol Pedro, la Iglesia fue generada en el día de Pentecostés. Los 120 galileos fueron ungidos por el derramamiento del Espíritu. Fue generada la Iglesia en Jerusalén. El Espíritu les dio poder para hablar en lenguas. Muchos se convirtieron y fueron bautizados, convirtiéndose en miembros del Cuerpo de Cristo. En Hechos 10, vemos a los gentiles creyendo en el Señor a través de la palabra de Pedro, y allí el Espíritu vino sobre ellos. En el cuerpo de Cristo no hay judío ni griego, no hay diferencia. 
  1. Debido a la dificultad de Pedro para llevar el evangelio a los gentiles, debido a los conceptos del judaísmo, Pablo fue levantado y, desde Antioquía, la Iglesia se expandió, pasando por Acaya y llegando a Corinto. La palabra que salía de la boca de Pablo constituía el gobierno de la Iglesia. Los apóstoles fueron canales usados por Dios para hablar a las Iglesias, dando dirección, provisión y gobernándolas. Pablo era un siervo fiel, usado para hablar la palabra que Dios quería que él hablara. De esa manera, había gobierno en la Iglesia. 
  1. Pablo le advirtió a Timoteo que no enseñen de manera diferente a la palabra profética, que él hablaba. Esta palabra daba dirección. Les dijo a los gálatas que muchos lo consideraban un enemigo por hablar la palabra. A los corintios les dijo que muchos lo consideraban mentiroso. Pero estaba hablando la verdad. Pablo fue usado para hablar con las Iglesias. No habló palabras de sabiduría humana o filosofía, sino que él hablaba con respecto a la Palabra de vida, el Verbo de vida. Esa palabra era con respecto a una persona viva, el resultado de la palabra de vida. 

1 Juan 1:1-3; 3 Juan 1:9

  1. El apóstol no tiene la libertad de hablar basándose en su conocimiento bíblico. Él anuncia a una persona viva, Cristo. La palabra de Dios resulta en la comunión de la Iglesia con el apóstol, ella hace esta conexión. Y la comunión con el apóstol es la comunión con el Padre y con el Hijo. Su palabra, como hombre, no podía producir ningún resultado. Juan quiso llevar esta palabra, pero Diótrefes no recibía a los misioneros y los expulsaba de la Iglesia. A partir de entonces no hubo ningún nuevo apóstol designado. 
  1. ¿Y entonces? Decidieron llamar a los obispos y los hicieron superiores a los ancianos. Reunían a los principales obispos para celebrar reuniones y decidir la dirección de la Iglesia. Este es el gobierno humano. A partir de ahí, todo fue cuesta abajo. Idolatrías y cosas extrañas surgieron en la Iglesia, la doctrina de Jezabel. Incluso diciendo que el pan que partimos se convierte en la verdadera carne de Jesús y que la copa que tomamos es la verdadera sangre de Jesús. La historia de la Iglesia tocó fondo. Lutero comenzó la reforma de la Iglesia. Aparecieron el papel y la imprenta; la Biblia se hizo accesible. Pero esto era similar a la reconstrucción del templo, pero sin la construcción de los muros. Varias verdades fueron restauradas, pero la palabra profética no había sido restaurada. Era necesario reconstruir los muros, delimitar el gobierno de la Iglesia. 

Apocalipsis 3:7-8

  1. Dios finalmente está levantando la Iglesia en Filadelfia. Somos estos Nehemías de hoy, designados para reconstruir los muros. Filadelfia presenta una primera característica: no tiene una clase clerical, no hay división entre clérigos y laicos, entre los que enseñan y los humildes, que sólo ofrendan el diezmo. Esto no está en la Biblia. Esto es nicolaísmo, es clericalismo. La primera característica de Filadelfia  -> es que los miembros del Cuerpo de Cristo tienen una función, pero esta no se usa como título, para diferenciar a unos de otros. Nos tratamos de hermano a hermano. Somos miembros del Cuerpo de Cristo, donde cada uno tiene su rol. Algunos están más adelantados, merecen nuestra honra, pero no están por encima de los demás. La Iglesia es una, no se puede dividir. Pero hoy en día hay tantas divisiones y denominaciones. La base de acogida de la Iglesia es amplia e incluye a todos los hermanos que viven en la misma ciudad. En su totalidad, todos los hermanos son un solo pueblo de Dios, un solo Cuerpo de Cristo. El Espíritu Santo tiene autoridad en la Iglesia a través de la palabra. 

Deuteronomio 18:18-22

  1. El Señor escoge y usa a alguien para que hable Su palabra. Si la palabra del profeta se cumple, entonces es la palabra de Dios. Las obras que Dios le asignó a Jesús, una vez realizadas, confirman que Él es el Hijo de Dios. Puede haber muchos que digan que están en el fundamento correcto de la Iglesia. Sin embargo, si tienes la palabra profética, tienes el gobierno de Dios. Este es el gran descubrimiento del momento, que Dios nos ha revelado ahora. Es por eso que el enemigo está usando todas sus fuerzas para atacarnos, hablando en contra de la palabra profética, en contra de aquello que da dirección a la Iglesia. La palabra profética no viene de un hombre, sino que es la palabra de Dios. No proviene de un poder personal, no es conocimiento bíblico, sino que imparte vida y hace la obra de Dios. Siempre hemos creído en la palabra de los profetas, varios hombres de Dios pasaron, y creímos en lo que ellos hablaron. La palabra que fue hablada tiene el poder de ejecutar la obra de Dios. No basta con oír la palabra y estudiar para enseñar a los hermanos. 

Mateo 18:3-5

  1. Los adolescentes están siendo bendecidos, porque creen que la palabra viene de Dios. Ellos oyen, transcriben, hacen inmersión y practican sin dudar. Salen a las calles, toman la palabra profética y practican el colportaje. Si algo los traba, se detienen y hacen inmersión. Usan aquel punto en sus oraciones y todo vuelve a funcionar. No tiene sentido escuchar la palabra y hacer las cosas a tu manera. Hemos visto muchos milagros debido a la palabra profética. Las mentes de los adultos son querer saber quién es el más grande, el mejor; pero el Señor habló de convertirnos, hacernos como niños. Es decir, reconstruir los muros, restableciendo el gobierno de Dios en la Iglesia. 

Apocalipsis 3:7-8; 22:17-20

  1. La Iglesia en Filadelfia tiene la llave de David. No es por tu habilidad que algo va a suceder. Una puerta abierta fue colocada para Filadelfia. Esta puerta fue abierta, porque la palabra fue guardada, porque creyeron, practicaron y no negaron el nombre del Señor. Andrew Miller, a finales del siglo XIX, dijo que la principal característica de Filadelfia, de este pequeño grupo, era “guardar la palabra de la paciencia de Cristo y no negar Su nombre”. El contexto de la vida adolescente es vivir intensamente la palabra. Hoy tenemos un administrador en la casa de Dios. Los tesoros de la palabra profética están abiertos para Filadelfia. 
  1. La primera característica de esa Iglesia es -> ser gobernada por la palabra profética. La segunda es que -> esperan y aman la venida del Señor. En comunión con las Iglesias que nos visitan este fin de semana (en la región sur de Minas Gerais), en la Estancia Árvore da Vida, vimos la necesidad de valorar la palabra profética. La forma en que las cosas han cambiado hoy nos da el coraje para volvernos al Señor, diciendo: “Ven” (Apocalipsis 22:17). Queremos traer de vuelta al Señor. La verdadera palabra profética procede de Dios, y este es el sentido de la reconstrucción de los muros. 

Juan 5:18; 7:1; 1:10; 6:60-61

  1. Los líderes de los judíos debían ser los primeros en recibir al Señor. Pero el liderazgo no lo entendió. Jesús vino a salvar al pueblo judío, pero ellos no lo recibieron. El liderazgo ya estaba en la cima del poder y quería quedarse allí. Los que disfrutan de los beneficios no aceptan la venida del Señor. El segundo grupo que no recibió al Señor fue el pueblo judío, que esperaba la venida de un Mesías que trajera pan, para que ya no tuvieran que trabajar más. El Mesías pagaría las cuentas. Las personas que están enfermas buscan la curación. Las personas que están endeudadas buscan la prosperidad. Entonces llega Jesús hablando cosas osadas acerca de comer su carne y beber su sangre. Lo que ellos querían oír era sobre la moral, la buena conducta, la santidad. Pero el discurso era difícil de oír. 

Mateo 13:14; Juan 6:64-65

  1. Algunos hombres tienen problema con la palabra profética. No filtres la palabra de Dios con tu concepto. El corazón del pueblo estaba endurecido. El corazón endurecido no entiende la palabra profética. Los no creyentes no son incrédulos, sino cristianos que no creen en la palabra profética. No son incrédulos, pero no aceptan la palabra profética. No se fueron, pero no aceptaban la palabra de Jesús. Se convirtieron en traidores. Juan 6:65 es un misterio, pero también es una joya. Los que creen en la palabra profética y la práctica, son aquellos a quienes el Padre ha dado al Hijo para que los cuide. Aquellos a quienes el Padre le ha dado son los vencedores. La palabra profética hace toda la diferencia. El enemigo nos ataca queriendo que la palabra profética no sea hablada. Él teme, pero ellos no nos intimidan. Vamos a proseguir, no vamos a parar. Somos como Nehemías, estamos edificando con una mano, pero con la espada en la otra.

Génesis 1:26, 1:31, 2:1; Levítico 23:1-3

  1. Las fiestas son del Señor. Él nos invita a estar con Él en las fiestas. El sábado es el comienzo de las fiestas. Dios preparó la tierra para crear al hombre, lo cual sucedió solo en el sexto día. Los padres preparan todo para recibir al bebé que viene: canastilla, cuna, habitación, todo. Todo fue preparado por Dios para recibir al hombre en la tierra. Él creó todo el entorno para que el hombre pueda nacer y sobrevivir. El hombre fue creado por Dios para sujetar la tierra. Al sexto día cesaron las obras de la creación. Cuando vio que todo era muy bueno, cerró el sexto día. En el séptimo día no quedaba nada por crear, hubo entonces descanso. En cierto sentido, el hombre no fue hecho para trabajar, sino para entrar en el reposo de Dios. Hoy trabajamos el descanso. El hombre no tiene capacidad propia para hacer la obra. 
  1. Dios prepara todo para el hombre, y él entra en el reposo de Dios. La palabra profética es para que creas. Tu trabajo es creer en la palabra, y la palabra hace la obra. Se nos ha dado un pedazo de tierra que es Cristo, para obtener de allí nuestro disfrute. Esta es la diferencia entre la ofrenda de Abel y la de Caín. Abel trabajó en el principio del descanso, pero Caín se esforzó. En la obra de Dios no podemos seguir el principio de Caín. Dejemos que la palabra trabaje. No es una cuestión de experiencia o sabiduría humana. Los chinos dicen: “Lo que ellos comieron de azúcar, yo lo comí de sal” y “He pasado por más puentes que ellos por caminos”. No se trata de esto, sino de dejar que la palabra haga la obra. 

Proverbios 8:30-31

  1. Antes de crear al hombre, el Padre y el Hijo ya vivían en fiesta. Todo era alegría y felicidad. Día tras día había felicidad y placer. Era una fiesta todos los días y decidieron invitar a los hombres a esa fiesta. Dios creó al hombre para hacer fiesta. Es por eso que te llamó, te bautizó con el Espíritu Santo y te colocó dentro del Cuerpo de Cristo. Ese es el principio de las fiestas. Pero no puedes ir a la fiesta con las manos vacías, sin nada. ¿Cómo festejar con las manos vacías? Es necesario, pues, trabajar en la tierra, que es Cristo, y así participar en las fiestas divinas. 

Levítico 23:4-44

18.¿Cuáles son las fiestas? Primero es la Pascua, luego los Panes sin Levadura y las Primicias. La cuarta es Pentecostés, la quinta son las Trompetas, la sexta es el Día de la Expiación y la séptima es la Fiesta de los Tabernáculos. El día 14 del primer mes, era inmolado un cordero. Fue el día de la décima plaga. Ellos comieron del cordero. Era la Pascua. El día 15, los Panes sin levadura, el día 16, las Primicias. Cincuenta días después llega la fiesta de Pentecostés. En el 7º mes, se celebra la fiesta de las Trompetas. El día 10 del séptimo mes, Expiación. y el 15, Tabernáculos. 

Éxodo 12:1-12; Apocalipsis 5:9

  1. Las nueve plagas en Egipto no fueron suficientes para liberar al pueblo hebreo. La décima plaga fue decisiva. Es Dios quien manda. Él necesita un pueblo que pueda decir que Él manda. Hemos sido comprados por la preciosa sangre de Cristo. Dios debe constituir su reino y su sacerdocio. Todos son reyes y sacerdotes, todos sirven a Dios, y Él gobierna a través de la palabra. Solo reinaremos sobre la tierra si Dios reina sobre nosotros. Después de la Pascua viene la Fiesta de los Panes sin Levadura. Después de redimirnos, Dios quiere hacer de nosotros un reino de sacerdotes. Nuestra vida no puede ser vivida como antes, sino que debemos tener una vida de panes sin levadura, sin la levadura de la malicia. Esta fiesta dura siete días, lo que representa la totalidad de la vida. 

Hechos 2:1-4

  1. Cincuenta días después de la fiesta de las Primicias, llega la fiesta de Pentecostés. El Espíritu Santo fue derramado y la Iglesia fue engendrada. Los que creyeron fueron bautizados e introducidos en la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. La Iglesia necesita trabajar. En el séptimo mes tiene lugar la fiesta de las Trompetas, para reunir a los judíos dispersos. El evangelio será predicado a estos judíos dispersos, mostrando que Jesús es el ungido de Dios. Luego viene la fiesta de la Expiación, para que se arrepientan y acepten a Cristo. La Fiesta de las Trompetas y la Fiesta de la Expiación son para los judíos. La historia de la Iglesia termina en la Fiesta de las Trompetas y continúa en la Fiesta de los Tabernáculos, que representa el milenio. La Fiesta de los Tabernáculos es la cosecha final de todo. Solo aquellos que son vencedores participan en la fiesta de los Tabernáculos, de la cosecha. 

Apocalipsis 20:6

  1. Usted hoy necesita ser gobernado por la palabra profética, siendo sencillos, trabajando la buena tierra, en el reposo, como lo han estado practicando los adolescentes: despertar con Dios, transcripción, inmersión, dormir con Dios, ir bien en la escuela. Esto dará como resultado la Fiesta de los Tabernáculos, la Fiesta de la Cosecha. Tendremos un ejército para luchar por el reino, en el reposo, la palabra haciendo por nosotros. La palabra hace la obra, y nosotros reinaremos con Cristo. Todo tendrá lugar en la era final de la Iglesia. El pueblo judío depende de la Iglesia, de que usted sea fiel al Señor. No vamos a parar la obra, sino que vamos a completar la obra. Nuestra vida cristiana es solo fiesta, hasta que el Señor regrese.

 

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